Recorrido que coincide
con la marcha de Mira de 2012, Pata Negra. Un recorrido muy acertado y que
incorpora bastantes novedades respecto a las dos ediciones anteriores.
Muchísima senda y trialera, un perfil totalmente rompepiernas que dificulta
establecer un ritmo constante y unos tramos dignos de enmarcar, como la senda
del río, la senda de la Fuente del Buitre y el paso bajo los aerogeneradores.
Para mí, el mejor recorrido de los últimos 3 años. Abstenerse alérgicos a las
trialeras.
Un año más se celebraba la marcha de Mira y aunque este año
pensaba que no podría asistir, al final tuve la suerte de estar aquí. Por eso,
como me la encontré de repente, quizás todavía la disfruté y saboreé con mayor
intensidad. La salida, donde siempre, en el margen del río. Antes, David y yo
recogimos el dorsal y nuestra mochila-obsequio y nos fuimos al coche a preparar
nuestras monturas. No había mucha gente, unos doscientos inscritos, pero
pudimos apreciar un buen nivel entre los asistentes. Algo que aprendes a observar antes incluso de
que la gente empiece a pedalear. Y normalmente no te equivocas.
La salida, como siempre, fue lenta y además nos habíamos
colocado en la retaguardia por lo que en cuanto tuvimos ocasión fuimos
adelantando posiciones pues éramos conscientes de que en los tramos de senda
sería imposible adelantar. Los primeros quince kilómetros fueron prácticamente
en sentido ascendente y nos mostraron muchos tramos inéditos, en especial una
senda recién preparada por las brigadas forestales del MTB Mira y que circulaba
entre pinos. Muy bonita. Pienso repetirla en ambos sentidos pues quiero
saborearla como se merece.
Una vez que llegamos a la pista de los aerogeneradores,
sobre el kilómetro 12 o 13 la carrera se había estirado lo suficiente como para
no encontrar tapones en la senda de bajada. Para los que no hayan rodado nunca
por esta sierra, decir que la bajada a Mira desde los aerogeneradores es
flipante, unos siete kilómetros de descenso endiablado enlazando sendas y
trialeras de todos los colores. Aquí si encuentras tapón estás perdido, como
oía decir tras de mí “es más difícil adelantar que en Mónaco”. Finalmente encontré tapón, pero el biker que
nos ralentizaba la bajada fue todo un caballero y nos dejó pasar a dos o tres
para nuestra sorpresa. Eso sí es deportividad.
Sobre el kilómetro 20 pasamos por Mira y tras un par de
kilómetros de llaneo, nos adentramos hacia un bucle parcialmente inédito para
mí compuesto por un montón de sendas, de subida y de bajada. En algún tramo hube
de colocar la tripa el sillín para poder descender sin hacer el “salto del
ángel”. En este tramo ya apenas encontré tráfico, y rodaba en solitario a veces
pensando que igual me había salido del trazado, pero de pronto siempre aparecía
alguna marca.
Hacia el kilómetro 30 enlazamos con la famosa senda del río
Mira. Durante unos kilómetros rodamos acompañados del río en una senda que lo
cruza en varias ocasiones. Aunque ya conocía este tramo, no deja sorprenderme
su belleza. Una vez abandonamos el río se acomete la última subida, que acabó
con mis últimas reservas de energía. El calor, el alto ritmo que llevé durante
toda la prueba, y un perfil rompepiernas donde los haya me hacían desear que
apareciera el pueblo de Mira cuanto antes. Para finalizar, cómo no, un tramo
trialero en descenso que nos deja a las puertas de la meta. Menos mal que este
año cambiaron la rampa-terraplén donde caímos un montón de participantes hace
dos años. Entré en solitario a la meta, sin nadie que me agobiara por detrás ni
nadie que me incitara a hacer sprint por delante. El crono marcaba 2 horas y 42
minutos nada menos que a 48 minutos del vencedor y en el puesto 93. Sigo sin
entender cómo hay gente que puede rodar tan deprisa (bueno sí que lo entiendo
pero me cuesta creerlo). Dos acuarius, una cerveza y un par de trozos de
empanada después me curaron todos los males que tenía hacía escasos minutos
encima de la bici.
Al rato entró David con mala cara y es que los calambres le
jugaron una mala pasada por el kilómetro 30 y tuvo que parar para
recuperar. Una lástima. Lo importante
fue que disfrutamos de una magnífica marcha, muy bien organizada, con un
recorrido espectacular, donde no sufrimos caídas y que nos apuntamos a nuestro
modestísimo palmarés deportivo. El año que viene más.
Un recorrido que merece la pena hacer con tranquilidad y
disfrutar con todos los rincones que nos
descubre.
FICHA TÉCNICA:
- Distancia: 40 km
- Desnivel acumulado: 1050 m
- Tiempo movimiento: 2 horas y 42 minutos (recomiendo hacerla de forma más pausada y disfrutarla como se merece)
- Puntos de hidratación-avituallamiento: Mira (kilómetro 20)
Vaya hombre, pena no haber sabido que íbamos los 2 a Mira. Hubiese sido un buen sitio para conocerte y cambiar impresiones.
ResponderEliminarQue animalá de recorrido preparó esta gente, salían sendas de debajo de las piedras...je je. Pide a gritos un "repaso" a ritmo mas relajado para disfrutarlo como es debido.
A ver si me animo y me apunto a lo de Talayuelas..